El rock argentino siempre ha sido considerado para el resto de Latinoamerica como el más vanguardista y de cuyas aulas, han salido artistas y bandas de la talla de Soda Stereo, Vox Dei, Charly García, Luis Alberto Spinetta entre otros grandes, sólo por mencionar algunos, dentro de esa lluvia de estrellas. 

Daniel Melero ya forma parte de esa crema, y es que es un artista que estuvo ligado, y probablemente se le relacione más por los proyecto en los que colaboró con Soda Stereo y Gustavo Cerati a partir de los 90, para ser más exactos. Y es así como nace la leyenda de este músico, compositor, productor y cantautor argentino que emerge a inicios de los 80, con su primera banda: Los Encargados (1982), novel aventura dentro de una revoltosa, pero fértil ola de bandas argentinas de la década.

Pero hablemos de un disco en particular, de esos que al escucharlo, cala tan hondo, que forma parte indiscutible de ése catálogo musical de sentimientos que a veces, solo los sonidos pueden expresar, y Rocío es una muestra perfecta de ello.

1996 es el año en que Melero se mete al estudio a desarrollar un material con el que teje distintos paisajes, distintas emociones, algunas lúdicas, otras algo nostálgicas e incluso muy románticas. Melero, destaca, a mi parecer por conjugar sabiamente la música con las letras, sabe amalgamar esos dos ingredientes de manera que cause una reacción, si hay dos ejemplos claros de esto son: Cielo, que abre el disco como un abrazo sincero y tierno, mientras que Descansa en mis brazos amor nos muestra una escena cotidiana, un encuentro, un romance, una necesidad. Es una de mis canciones preferidas.

Pero no todo el material surge de emociones encontradas y estáticas, también están los temas que nacen de su lado más lúdico, como: Piña Colada, Electrobossa y Tamarindo, donde también podemos ser testigos de el amplio bagaje musical que lleva consigo, de la manera en que sus distintas influencias se complementan y logran construir un disco muy homogéneo a pesar del río de sonidos que este lleva consigo.

A veces se nos hace complicado escuchar tanta, música, lo sé, me pasa frecuentemente, pero lo que si podemos hacer es buscar o tal vez, en el momento en que el destino o la curiosidad nos traiga un disco, sea cual fuese, le debamos el honor de escucharlo detenidamente, para encontrar o no en él, ésa emoción que nos haga desear más, escuchar más, curiosear más, investigar tal vez. Llegar a lugares mas lejanos, eso ya depende de ti.

Gracias Daniel por tantas emociones.

1.- Cielo 

2.- Descansa en mis Brazos

3.- Piña colada

4.- Tamarindo

5.- Caminando ciego

6.- Electrobossa

7.- Hawaianita

8.- Pequeño

9.- Estrella fugaz

10.- Carilión

11.- Mañana

12.- No importa más